Acabamos de volver de nuestro viaje de prospección por Sicilia y no sabría por donde empezar. No hay nada que me gustara poco, todo y os prometo que no exagero, todo, me ha gustado de una manera u otra. Tengo una frase repetitiva que me viene a la mente cada vez que lo recuerdo y es “me he enamorado de Sicilia”
Es una maravilla que no debes perderte, además de la simpatía de sus gentes, absolutamente desinteresada, de la maravillosa gastronomía y de sus entornos naturales, conocerás sus maravillas arquitectónicas, algunas de ellas clasificada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Pero voy a empezar por orden que si no me disperso y no termino de contaros lo que hemos visto en profundidad.
Empezamos en Palermo, pateándonos la ciudad, encontrando alguna que otra maravilla gastronómica.
La cocina sirve para descubrir los lugares no con la vista sino con el gusto. A Sicilia, su gastronomía la hace particularmente única. “Es fácil decir para un siciliano que la cocina siciliana es la mejor, pero créanme que es la realidad.”

La joya de la corona es Gagini, un restaurante en el que no sólo la comida es soberbia, sino que el ambiente te envuelve, empezando por la presentación de la carta y viendo cada uno de los detalles de la decoración tan exquisitamente cuidada. Es uno de esos sitios que sabes cuando entras, pero no cuando sales. Su lema lo dice todo: “La comida es parte de una experiencia sensorial …”

Del mismo grupo son Bocum, que se encuentra justo en frente, ideal para aperitivos y cóctel también con un ambiente acogedor y diferente y Buatta que ofrece platos tradicionales y al mismo tiempo originales, ambientado en una antigua tienda de maletas que mantiene su diseño de entonces.

La pena fue no conocer, por falta de tiempo, el café literario que acaban de abrir. Queda pendiente para la próxima visita
Si después de cenar quieres conocer al ambiente nocturno de Palermo, te recomendamos Vinoverso, un restaurante/bar con música en directo donde puedes darlo todo bailando y tomándote una copa.
Pasando a la arquitectura, no debemos olvidarnos de La catedral de Monreale es uno de los mayores logros del arte normando en el mundo. Es notable su fusión con el arte árabe que imperaba en Sicilia antes de la conquista de la isla por parte de los normandos.

En las afueras de Palermo y sobre el denominado Mons Regalis que fue una finca de caza de los reyes normandos, hallamos la Catedral de Monreale. Bajo la sugerente excusa de que un sueño-visión en el cual encontraba un tesoro oculto por su padre, el rey normando Guillermo II llevo a cabo la construcción de una de las catedrales más bellas de Europa.
Y hasta aquí llego hoy, en el próximo post continuaré contándoos nuestros descubrimientos.
Espero que lo disfrutéis.